Mediante un diseño pedagógico personalizado y adaptado a las necesidades de cada bebé llevaremos a cabo diversas actividades para alcanzar los distintos objetivos, teniendo en cuenta que siempre será el propio bebé quien marque el ritmo y tiempo de nuestros avances.

A través de nuestra actividad estimularemos y fortaleceremos los siguientes puntos:

 

  • Desarrollo psicomotor: El bebé, limitado aún en su movilidad, encuentra en el agua la posibilidad de desplazarse tridimensionalmente. Siendo mucho mayor la libertad y continuidad de sus movimientos, el bebé adquiere nociones de desplazamiento, ubicación espacial y distancias, reportándole esta estimulación una mayor coordinación motriz.
  • Fortalecimiento del sistema cardiorrespiratorio: La natación fortalece corazón y los pulmones. Debido al trabajo respiratorio que se realiza en el agua se aumenta la eficiencia en la oxigenación y flujo sanguíneo.
  • Ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
  • Aumenta el coeficiente intelectual: Está demostrado que los bebés que han hecho natación en los 2 primeros años de vida desarrollan una percepción global del mundo que les rodea, con lo que aprenden a ser más creativos y observadores. El agua estimula la capacidad de juego del niño y este hecho repercutirá muy positivamente en su aprendizaje futuro.
  • Mejora y fortalece la relación afectiva y cognitiva entre bebé-mamá-papá: Mediante la realización de estas actividades acuáticas el bebé compartirá junto con sus papás, situaciones ricas y gratificantes, que sin duda ayudaran al conocimiento mutuo, alimentando el amor y orgullo de mamá y papá.
  • Inicia la socialización sin traumas en un ambiente lúdico y recreativo, desarrollándose como personas en su entorno de una forma natural. La convivencia en la piscina con otros niños le ayudará a relacionarse mejor, además de que aprenderá a compartir y realizar actividades junto a otras personas. El niño adquiere más confianza para comunicarse y desarrollarse en grupo, ya que estará en constante contacto con instructores y niños.
  • Desarrolla las habilidades vitales de supervivencia.
  • Induce a un estado de relajación natural del bebé.
  • Ayuda al bebé a sentirse más seguro.